La confusión entre «fruto» y «verdura» surge de las diferencias en el uso de los científicos y el de los cocineros. Desde el punto de vista científico, un jitomate es sin lugar a dudas un fruto.
Los frutos se desarrollan a partir del ovario en la base de una flor y contienen las semillas de la plante (aunque en sus formas cultivadas pueden ser del tipo carente de semillas). Las moras, los arándanos y las naranjas son frutos genuinos y así lo son también numerosos tipos de nuez.
Algunas plantas tienen una parte blanda que sirve de apoyo para las semillas y que también se llama «fruto», aunque no se desarrolle a partir del ovario; ejemplo de este caso son las fresas. En cuanto a lo culinario, algunos alimentos que en el sentido estricto son frutos pueden ser llamados «verduras», pues se usan más en platos salados que en dulces.
El tomate o jitomate, si bien es un fruto desde el punto de vista técnico, es utilizado a menudo como una verdura. Técnicamente hablando, también la vaina de algunas legumbres es un fruto. El término «verdura» se usa para otras partes comestibles de plantas, tales como las hojas de la col, los tallos del apio y los tubérculos de las patatas, que no son estrictamente el fruto de las plantas de las que provienen.
A veces puede utilizarse el término para referirse a una parte de una planta que no es un fruto, pero que se utiliza en la cocina para platos dulces, como por ejemplo el rubarbo. De modo que el jitomate es el fruto de la planta llamada tomatera, pero en la cocina puede utilizarse como una verdura.
[SlideDeck id=’647′ width=’100%’ height=’370px’]