A la industria alimentaria no le faltan desafíos en este momento. Los agricultores se enfrentan al aumento de los precios de los fertilizantes y a los efectos del cambio climático, mientras que los proveedores de alimentos se enfrentan al aumento de los costes del transporte y a la escasa confianza de los consumidores.
Afortunadamente, se ha desarrollado una gama de soluciones para hacer frente a estas dificultades y llevar la agricultura al siglo XXI. Estos son:
